LA CITA

Ahí estaban hacia mucho que no veían, sentados frente a frente, con muchas cosas en la cabeza, sin saber como comenzar, ella le ofreció un cigarrillo, no lo acepto argumento que lo había dejado hacia tiempo, ella sonrió y recordó que fue el quien la enseño a fumar cuando tenían 16 años, caray hacia mucho que se conocían, pero no recordaba porque dejaron de verse, y cada vez que intentaba articular palabra alguna un nuevo recuerdo llegaba a su mente dando paso a nuevos pensamientos, recordó por ejemplo el día de su graduación, la emoción que le embargaba recibir su titulo, el baile, el brindis, y en todos sus recuerdos estaba el, incluso estuvo en su boda, aun sabiendo que la perdía irremediablente, pero ahora estaban frente a frente, sin hablar. Al fin ella dijo

- Para que me citaste

El solo sonrió alzo los hombros y no respondió se limito a verla fijamente

- Contesta por favor, no tengo todo el día, tengo que ir a recoger a mis hijos al colegio
- No lo harás, ya no veras a tus hijos ni a tu marido, es mas no veras a nadie conocido de hoy en delante
- Que a poco me vas a secuestrar
- No, simplemente vine por ti, para guiarte
- Jajajajajaja, ¿a donde?, ¿que tomaste?
- Ya entiendo no recuerdas aun
- ¿Que?, me estas asustando, dime de una buena vez para que me citaste
- Tranquila, no pasa nada, voltea a los lados y dime que ves
- Nada es una cafetería
- ¿Segura?, fíjate bien

Ella obedeció y vio un gran salón blanco con mesas pero eran muy angostas, parecían camillas, todas estaban vacías excepto una

- Ya viste se trata de un anfiteatro –dijo el sonriendo
- ¿Y que hacemos aquí?
- Ves hay un solo cuerpo, acércate

No entendía nada que carambas hacia ahí, ella tenía que ir a recoger a sus hijos al colegio

- Oye como broma esta bien, pero te recuerdo que estudie leyes no soy medico forense
- acércate por favor

Ella obedeció, pensó que seria la única forma de acabar con ese juego y podría al fin irse. Al caminar noto que se sentía muy ligera incluso pensó que si saltaba se despegaría del piso, pero no lo hizo, también noto que atravesó la habitación en forma diagonal y no tuvo que esquivar ningún objeto, o se movían o los atravesaba, cosa que le pareció ilógica, sentía angustia por ver un cadáver, era como estar espiando, invadir la privacidad de alguien, que aunque muerto, merecía respeto, eso pensaba cuando de pronto recordó, salía de su casa al colegio, ya era tarde por lo que decidió ahorrar tiempo tomando una calle en sentido contrario, no pensó que pasara nada ya lo había hecho antes, no se fijo que del otro extremo venia un camión urbano a toda velocidad, el choque fue inevitable.

- ¿Ya recordaste?
- Si
-Pues vamonos que aun tenemos que hacer los tramites para tu proceso
- ¿Proceso?
- Tu juicio ante Dios o que ¿Eres tan buena que piensas que te vas a ir vía fast track al cielo?
- Siempre logras hacerme reír
- Lo sé por eso me mandaron por ti…

Hoy sonó el despertador antes de lo previsto, abrí los ojos con algo de dificultad, de fondo se escuchaba la lluvia que insistentemente golpeaba en la ventana, me levanto y voy directo al baño sin encender la luz, tenia unas nauseas terribles, despues de vomitar, enciendo la luz para enjuagarme la boca y al ver el espejo, ya no me refleja, veo una persona completamente diferente a la que habia dejado hacia apenas cinco horas, aún sin dar crédito a mis ojos observo fijamente la imagen que me devolvia el espejo, no acababa de razonar cuando tocan a la puerta de mi habitación

-Hijo se te va a hacer tarde para ir a la escuela

No lo podía creer, era papá, lo cual era imposible porque número uno yo ya no vivia con ellos y número dos papá habia muerto hacia a penas un par de semanas, solo atine a decir ahi voy papá, y reparé en los detalles, el azulejo color amarillo, el horrible juego de baño tejido que no se donde carambas lo compro mamá, la toalla azul marino que me acababan de comprar, solo repetia sin cesar "¿Qué está pasando? carajo ¿Qué está pasando?", y trataba de razonarlo "Me acosté a las doce de la noche del veinte de septiembre del dos mil cinco y despierto a las cinco de la mañana de mil novecientos nosequechingados, mta no puede ser", salgo como poseido del baño enciendo la luz de la recamra y efectivamente, era mi antiguo cuarto tal y como lo recordaba, busque por instinto el calendario que siempre tenia colgado en la pared y marcaba veinte de septiembre de mil novecientos ochenta y cuatro, veintiun años , habia despertado veintiun años antes del día que me acosté, no tenia ningún sentido, me sente al borde de la cama mire alrededor y vi mi uniforme de la secundaria, era el viejo, el verde olivo, por instinto me comenze a vestir ya que no tardabá en entrar papá a ver mis avances para salir a la escuela, mientras me vestia trataba de pensar como salir de aquello, que estaria pasando en el dos mil cinco, carajo que iba a hacer, mi s pensamientos vagaban cuando entra papá y me saca de mis pensamientos

-Vaya te vestiste rápìdo, ¿Como amaneciste?

-Bién papá, gracias y ¿Tú?

-Bién con algo de frio, pero bién

-O.K.

-¿Que tiernes te noto pensativo?

-Nada (nada solo me sorprende que hace unos días lloraba tu partida y hoy estas apurandome para la escuela), pensando en que pendientes tengo para hoy.

-Ahhh, ¿Siempre vas a querer ir al cine hoy?

-¿Cine?, ahhh si el cine, mhhh, te aviso después, deja me lavo los dientes

-O.K. Apurate para que desayunes algo

-Si papá, no tardo

No estoy para un desayuno, que estaba pasando, que hacia yo repitiendo mi vida, mta...